Carlos me llamó a la hora de comer y quedamos en el bar de Pepe para tomar café. Cuando por fin llegó parecía el hombre más feliz del mundo por lo que sospeché que había estado fumando más de la cuenta.

Después de pedir unas cervezas salimos a la terracita que tiene el bar, el bar está entre pisos, tiene una ubicación privilegiada y la terraza se corresponda con los espacios ajardinados que tienen en el barrio los pisos de protección oficial, afortunadamente de eso no nos podemos quejar.

Carlos empezó a contarme lo que le había pasado aquella mañana y que culminaba un proceso de mala suerte que parecía acompañarle en los últimos meses.

CARLOS: Buah chaval, esta mañana me llama por teléfono un nota y me dice que me ha tocado un jamón, bien pensé yo para mi, al menos voy a tener para comer unos días jajajaja.

Pues nada, me dice que tengo que llamar a un numero de teléfono para dar mis datos y que me manden el premio, total, que después de un cuarto de hora de la musiquita esa machacona que te ponen me cansé y colgué, mi hermano, que llegó en ese momento, me dice que es un timo, que ese numero cuesta un pastón, bueno, otra factura que no va a poder cobrar telefónica jajajaja.

Esto me lo contaba riéndose sin parar y contagiándome la risa, así que decidimos hacernos otro canuto.

LUIS: Sabes que de comer no te va a faltar, no seas mendrugo, ¿te queda algo por vender?

strong>CARLOS: No me queda nada, tu lo sabes, el banco se quedó con todo lo que había en el piso, el apoderado del banco incluso me insultó, me faltó poco para meterme en otro lío y darle un puñetazo.

LUIS: Mejor si no añades mas problemas. ¿Y de Lucia que sabes? Carlos baja la cabeza pero yo adivino la tristeza que le produce hablar de su chica, cuando habla de ella sus ojos languidecen, pero a traves de la tristeza que transmiten se perciben miles de interrogantes, preguntas para las que no encuentra respuestas, parece como si esperase que alguien le explique todo lo que ha pasado, porque él no estaba.

LUIS: Me gustaría oírte decir que la has olvidado.

CARLOS: A mi también, pero eso no es posible, no doy un paso sin recordarla, no tengo pensamientos que no la incluyan, estoy vacío.

LUIS: ¿Después de todo lo que te ha hecho? Carlos vuelve a bajar la cabeza, decido cambiar de tema, no me gusta verle tan triste.

Mi amigo es un chico rubio, ojos verdes, y con cara de niño a pesar de la incipiente alopecia que se le avecina fruto de sus genes, (sus hermanos están calvos) tiene unos veintiocho años y un cuerpo flexible que parece estar en continuo movimiento.

Siempre ha sido muy trabajador aunque ahora no está viviendo sus mejores momentos, el banco va a quedarse esta semana con su casa y un moreno desgreñado se quedó hace unos meses con su novia.

LUIS: Tengo un amigo que trabaja en un despacho de abogados, podemos consultarle.

CARLOS: Ya no se puede hacer nada, me descontarán todos meses de mi sueldo el 70% para pagar al banco, creo que me quedaran 300€ jajajajaja

LUIS: Y por eso has decidido pedir una excedencia ¿no? CARLOS: Si chaval, soy muy joven para enterrarme, con ese dinero no se puede vivir, ya tengo otro trabajo en la sierra, voy a estar detguarda de una nave, no es mucho dinero pero no tengo que pagar casa, puedo vivir allí.

Podéis ir a verme cuando queráis.

Luis sabe que nadie va a ir a verle, toda la gente que rodeaba a Carlos se ha esfumado como por arte de magia, esa magia falsa que les unía, ligada a los estupefacientes, el alcohol, las noches en blanco, la juerga continua y sobre todo andar por el filo de la legalidad cuando es tan facial dar un traspiés y pasar al lado oscuro.

El trabajo que va a hacer durante la semana apenas va a permitirle cubrir sus necesidades más básicas pero los fines de semana ayudará en la limpieza de un polideportivo del pueblo donde va a vivir a partir de ahora, allí, en el trastero donde se guardan las herramientas, va a tener que vivir de momento, necesita ahorrar hasta el ultimo euro para poder pagar al banco y que no le metan en la cárcel.

El sabe perfectamente que lo que le está pasando se lo ha buscado, ha derrochao muchísimo más de lo que se podía permitir y su novia ha contribuido muy mucho a su situación actual, y sin embargo la sigue queriendo.

Me pregunto y le pregunto como va a sobrevivir sin televisión, sin teléfono, sin las cervezas con los amigos, solo, apartado en un cuartucho de mala muerte y viviendo como un indigente.

Me mira con ojos resignados y se encoge de hombros.

Se produce un largo silencio, decido animarle y le propongo ir a ver a un amigo mio que se va a casar y me ha llamado hace unos días para tomarnos unas cervezas.

Trabaja en una armeria en pleno centro de la ciudad, de paso podemos ver los aparatejos de pesca, tal vez organicemos una salida al río, solo chicos, cervezas, chistes groseros, peces y nada de chicas.

CARLOS: Voy a por la moto.

LUIS: No, vamos en el metro que tardamos menos.

La moto no tiene papeles y esta rectificada, mejor si no tentamos a la suerte.

En pocos minutos estamos en la armería donde trabaja mi amigo, lleva allí muchísimos años y tiene plena confianza con el jefe.Pasamos al cuartito donde está terminando de ajustar una pequeña pistola que tiene que entregar el lunes, cuando termina de guardarla salimos los tres a la tienda para recoger, echar el cierre y largarnos a echar unas cervezas.

Cuando estamos apunto de salir Carlos empieza a tocarse los bolsillos y nos dice que se le ha debido caer la cartera y el movil en el cuartito y sale corriendo a buscarla.

CARLOS: La cartera esta vacía de pelas pero si pierdo los documentos no puedo ir a sellar al juzgado.

Mientras mi amigo va terminando de recoger no para de hablarme de sus preparativos de boda, los agobios, los miles de papeles que hay que arreglar y lo poco que ve a su novia.

AMIGO: Joder, que parece que nos vamos a divorciar en vez de casarnos!!!!!!!!! Suelta una carcajada pero yo se que está feliz y que los obstáculos no le van a detener.

Carlos vuelve con la cartera y un suspiro de alivio, cerramos y nos vamos felices a por las cañas.

En el bar, Carlos nos va contando el trabajo que va a hacer en el pueblo, durante la semana.

Apenas va a permitirle cubrir sus necesidades más básicas pero los fines de semana ayudará en la limpieza de un polideportivo del pueblo donde va a vivir a partir de ahora, allí, en el trastero donde se guardan las herramientas va a tener que vivir de momento.

LUIS: Vas a estar muy solo, la finca esta lejos del pueblo.

CARLOS: Bahhh nonpasa ná, estaré durmiendo.

Vamos chavales, esta ronda la pago yo.

No se porque no me puedo quitar de la cabeza todas esas imágenes, me vienen una y otra vez,no me importa tanto que la policía no me deje en paz y me pregunten una y otra vez mi implicación en el robo de la pistola de la armeria, les hemos repetido hasta la saciedad que somos los primeros que de haber sabido que Carlos se la había llevado lo hubiéramos impedido, yo al menos se la habrían quitado aunque hubiera tenido que darle una soberana paliza, que no puedo sacudirme esta tristeza que me ahoga, que repaso una y otra vez esa ultima escena buscando donde he fallado, desearía volver atrás y coger a Carlos por el cuello y zarandearle hasta que la tesela de la cordura volviera a encajar en el puzzle de su cabeza.

Cualquier cosa que hubiera evitado que mi amigo se pegase un tiro.